jueves, 1 de abril de 2010


Y luego estaba toda esa cantidad de gente...

gente que a mi parecer no teniamos nada mejor que abarrotarnos en sitios donde el calor es excesivo, el olor y la humedad agoviante y el sentido del ridiculo... el sentido del ridiculo quedo ocupando el sitio vacio del dinero que necesitaremos para cualquier otro tipo de cosas importantes...

Brazos en 90º sujetando tubos con hielos con sabores saturados para disimular lo que muchos valientes se atreben a llamar alcohol.

Brazos levantados saludando a gente de la que sabes a ciencia cierta que la noche pasada quisieron tener sus brazos incrustados en las costillas del saludado y que "como si de polvo magico" se tratara, se dilataron las pupilas, las energias acudieron y la amistad resurgio... al menos mientras esten en ese antro.

Brazos tambaleantes sujetando paredes, columnas, barras, o alguno es tan fuerte que directamente sujeta el suelo, no vaya a ser el diablo y le de por darse la vuelta y caer sobre nuestras cabezas, que a estas alturas solo estan para portar los maravillosos peinados que sirven para dar tema de conversacion a toda esa gente de boca abierta que rondan lo que ahora llaman presas, y mañana arrepentimiento...

Y mientras todo esto sucede, hay tanta tolerancia en la gente que permite mostrar los mayores dones, verguenzas o ideas que a cualquier maravillosa mente le halla dado por parir, que prohibir estos eventos seria un atraso para la humanidad, la sociedad y en conjunto para el universo!

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